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SEMANA 41- EJERCICIOS 281 AL 287

Imagen Curso de Milagros

Un Curso de Milagros- Ejercicios

Fundación para la Paz Interior
Traducido por Rosa M. G. De Wynn y Fernando Gómez

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SEMANA 41 – EJERCICIOS DEL 281 AL 287


LECCIÓN 281
Nada, excepto mis propios pensamientos, me puede hacer daño.
1. Padre, Tu Hijo es perfecto. 2Cuando pienso que algo o alguien me ha hecho daño, es porque me he olvidado de quién soy y de que soy tal como Tú me creaste. 3Tus Pensamientos sólo pueden proporcionarme felici­dad. 4Si me siento triste, herido o enfermo, es porque he olvidado lo que Tú piensas, y he implantado mis absurdas ideas en el lugar donde a Tus Pensamientos les corresponde estar, y donde están. 5Nada, excepto mis propios pensamientos, me puede hacer daño. 6Los Pensamientos que pienso Contigo sólo pueden bendecir, 7y sólo ellos son verdad.
2. Hoy no me haré daño a mí mismo. 2Pues me encuentro mucho más allá de cualquier dolor. 3Mi Padre me puso a salvo en el Cielo y vela por mí. 4Y yo no quiero atacar al Hijo que Él ama porque lo que Él ama es también objeto de mi amor.

LECCIÓN 282
Hoy no tendré miedo del amor.
1. Sólo conque pudiese comprender esto hoy, el mundo entero se salvaría. 2Pues es la decisión de abandonar la locura y de acep­tarme tal como Dios Mismo, mi Padre y mi Fuente, me creó. 3Es la resolución de no seguir dormido en sueños de muerte, mientras la verdad sigue viviendo eternamente en el júbilo del amor. 4Y es asimismo la resolución de reconocer al Ser que Dios creó como el Hijo que Él ama, el Cual sigue siendo mi única Identidad.
2. Padre, Tu Nombre, al igual que el mío, es Amor. 2Ésa es la verdad. 3¿Y es posible acaso cambiar la verdad dándole simplemente otro nom­bre? 4El nombre del miedo es simplemente. un error. 5Que hoy tenga miedo de la verdad.

LECCIÓN 283
Mi verdadera Identidad reside en Ti.
1. Padre, forjé una imagen de mí mismo, y a eso e sa lo que llamo el Hijo de Dios. 2Mas la creación sigue siendo como siempre fue, pues Tu crea­ción es inmutable. 3No quiero rendirle culto a ningún ídolo. 4Yo soy aquel que mi Padre ama. 5Mi santidad sigue siendo la luz del Cielo y el Amor de Dios. 6¿Cómo no va a estar a salvo lo que Tú amas? 7¿No es acaso infinita la luz del Cielo? 8¿No es Tu Hijo mi verdadera Identidad, toda vez que Tú creaste todo cuanto existe?
2. Ahora todos somos uno en la Identidad que compartimos, ya que Dios nuestro Padre es nuestra única Fuente, y todo lo creado forma parte de nosotros. 2Y así, le ofrecemos nuestra bendición a todas las cosas y nos unimos amorosamente al mundo, el cual nuestro perdón ha hecho que sea uno con nosotros.

LECCIÓN 284
Puedo elegir cambiar todos los pensamientos que me causan dolor.
1. Las pérdidas no son pérdidas cuando se perciben correcta­mente., 2El dolor es imposible. 3No hay pesar que tenga causa alguna. 4Y cualquier clase de sufrimiento no es más que un sueño.
5Ésta es la verdad, que al principio sólo se dice de boca, y luego, después de repetirse muchas veces, se acepta en parte como cierta, pero con muchas reservas. 6Más tarde se considera seria­mente cada vez más y finalmente se acepta como la verdad. 7Puedo elegir cambiar todos los pensamientos que me causan dolor. 8Y hoy deseo ir más allá de las palabras y de todas mis reservas, y aceptar plenamente la verdad que reside en ellas.
2. Padre, lo que Tú me has dado no puede hacerme daño, por lo tanto, el sufrimiento y el dolor son imposibles. 2Que mi confianza en Ti no fla­quee hoy. 3Que acepte como Tu regalo únicamente aquello que produce felicidad y que acepte como la verdad únicamente aquello que me hace feliz.

LECCIÓN 285
Hoy mi santidad brilla clara y radiante.
1. Hoy me despierto lleno de júbilo, sabiendo que sólo han de acontecerme cosas buenas procedentes de Dios. 2Eso es todo lo que pido, y sé que mi ruego recibirá respuesta debido a los pen­samientos a los que va dirigido. 3Y en el instante en que acepte mi santidad, lo único que pediré serán cosas dichosas. 4Pues, ¿qué utilidad tendría el dolor para mí, para qué iba a querer el sufri­miento, y de qué me servirían el pesar y la pérdida si la demencia se alejara hoy de mí y en su lugar aceptara mi santidad?
2.Padre, mi santidad es la Tuya. 2Permítaseme regocijarme en ella y recobrar la cordura mediante el perdón. 3Tu Hijo sigue siendo tal como Tú lo creaste. 4Mi santidad es parte de mí y también de Ti. 5Pues, ¿qué podría alterar a la Santidad Misma?

LECCIÓN 286
La quietud del Cielo envuelve hoy mi corazón.
1. Padre, ¡qué día tan sereno el de hoy! 2¡Cuán armoniosamente cae todo en su sitio! 3Éste es el día señalado para que llegue a entender la lección de que no tengo que hacer nada. 4En Ti ya se han tomado todas las decisiones. 5En Ti ya se ha resuelto todo conflicto. 6En Ti ya se han colmado todas mis esperanzas. 7La paz es mía. 8Mi corazón late tranquilo y mi mente se halla en reposo. 9Tu Amor es el Cielo y Tu Amor es mío.
2. La quietud de hoy nos dará esperanzas de que hemos encon­trado el camino y de que ya hemos recorrido un gran trecho por él hacia una meta de la que estamos completamente seguros. 2Hoy no dudaremos del final que Dios Mismo nos ha prometido. 3Con­fiamos en Él y en nuestro Ser, el cual sigue siendo uno con Él.

LECCIÓN 287
Tú eres mi única meta, Padre mío, sólo Tú.
1. ¿Adónde querría ir sino al Cielo? 2¿Qué podría sustituir a la felicidad? 3¿Qué regalo podría preferir a la paz de Dios? 4¿Qué tesoro querría buscar, hallar y conservar que pudiera compararse con mi Identidad? 5¿Cómo iba a preferir vivir con miedo que con amor?
2. Tú eres mi meta, Padre mío. 2¿Qué otra cosa aparte de Ti podría desear? 3¿Qué otro camino iba a desear recorrer sino el que conduce a Ti? 4¿Y qué otra cosa sino Tu recuerdo podría significar para mí el final de los sueños y de las sustituciones fútiles de la verdad? 5Tú eres mi única meta. 6Tu Hijo desea ser como Tú lo creaste. 7¿De qué otra manera, sino, podría esperar reconocer a mi Ser y volverme uno con mi Identidad?

Un Curso de Milagros-Manual para el Maestro

Fundación para la Paz Interior
Traducido por Rosa M. G. De Wynn y Fernando Gómez

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Capítulo 13

¿CUÁL ES EL VERDADERO SIGNIFICADO DEL SACRIFICIO?

1. Aunque en la realidad el término sacrificio no tiene absoluta­mente ningún significado, en el mundo sí que lo tiene. 2Al igual que todas las cosas del mundo, su significado es temporal, y una vez que deje de haber necesidad de él, se disolverá finalmente en la nada de donde provino. 3De momento, su verdadero signifi­cado es una lección que tienes que aprender. 4Al igual que todas las demás lecciones, es una ilusión, puesto que en realidad no hay nada que aprender. 5Esta ilusión, no obstante, debe ser reemplazada por un mecanismo correctivo: otra ilusión que reempla­ce a la primera para que ambas puedan finalmente desaparecer. 6La primera ilusión que debe ser desplazada antes de que otro sistema de pensamiento pueda arraigarse, es que abandonar las cosas de este mundo supone un sacrificio. ¿Qué podría ser esto sino una ilusión, dado que el mundo en sí no es más que una ilusión?
2. Se tiene que haber aprendido mucho, tanto para darse cuenta de que el mundo no tiene nada que ofrecer como para aceptar este hecho. 2¿Qué puede significar el sacrificio de lo que no es nada? 3No puede significar que como resultado de ello tengas menos. 4De acuerdo con el pensar del mundo, no hay sacrificio que no incluya al cuerpo. 5Piensa por un momento en aquello a lo que el mundo llama sacrificio. 6El poder, la fama, el dinero, los placeres físicos, ¿quién es el «héroe» que posee todas esas cosas? 7¿Qué significado podrían tener excepto para un cuerpo? 8Mas un cuerpo no puede evaluar. 9Al ir en pos de tales cosas, la mente se identifica con el cuerpo, negando su identidad y perdiendo de vista lo que realmente es.
3. Una vez que se ha producido esta confusión, a la mente le resulta imposible entender que todos los «placeres» del mundo no son nada. 2Pero el sacrificio que éstos conllevan, ¡eso sí que es un sacrificio! 3Pues ahora la mente se ha condenado a sí misma a buscar sin la posibilidad de hallar nada, a estar insatisfecha y descontenta para siempre, y a no saber lo que realmente quiere hallar. 4¿Quién podría escapar de esta auto-condenación? 5Sólo a través de la Palabra de Dios es posible escapar, 6pues la auto-con­denación es una decisión acerca de nuestra identidad y nadie duda de lo que cree ser. 7Podrá dudar de todo, pero nunca de eso.
4. Los maestros de Dios no sienten ningún pesar al renunciar a los placeres del mundo. 2¿Cómo podría ser un sacrificio renunciar al dolor? 3¿Lamentan acaso los adultos abandonar los juguetes que tenían de niños? 4Y el que ha vislumbrado la faz de Cristo, ¿podría sentir nostalgia por lo que ocurre en un matadero? 5Nadie que se haya escapado del mundo y de todos sus males lo contem­pla con condenación. 6No obstante, no puede sino alegrarse de estar libre del sacrificio que todas las cosas que el mundo valora le habrían exigido. 7Por ellas sacrificaba su paz. 8Por ellas sacrificaba su libertad. 9Y, para poseerlas, hubiera tenido que sacrificar su esperanza de alcanzar el Cielo y el recuerdo del Amor de su Padre. 10¿Quién, en su sano juicio, escogería lo que no es nada como sustituto de lo que lo es todo?
5. ¿Qué es realmente el sacrificio? 2Es el precio que se paga por creer en las ilusiones. 3Es el precio que hay que pagar por negar la verdad. 4No hay placer en el mundo que no exija esto, pues, de otra manera, se vería que el placer es dolor, y nadie pediría dolor si reconociese que eso es lo que está pidiendo. 5La idea de sacrifi­cio es la que lo ciega. 6No se da cuenta de lo que está pidiendo, 7y, por lo tanto, lo busca de mil maneras y en mil lugares distintos creyendo en cada ocasión que está allí, pero siempre acaba desilusionado. 8″Busca, pero no halles» sigue siendo el decreto implaca­ble de este mundo, y nadie que persiga los objetivos del mundo puede eludirlo.
6. Tal vez pienses que este curso requiere que sacrifiques todo aquello que tienes en gran estima. 2En cierto sentido eso es cierto, pues tienes en gran estima cosas que crucifican al Hijo de Dios, y el objetivo de este curso es liberarlo. 3Pero no te equivoques con respecto a lo que el sacrificio realmente significa. 4El sacrificio es siempre la renuncia a lo que quieres. 5¿Y qué es, oh maestro de Dios, lo que quieres? 6Dios te ha llamado y tú has contestado. 7¿Sacrificarías ahora esa Llamada? 8Son muy pocos los que la han oído hasta ahora, y no pueden sino recurrir a ti. 9No hay otra esperanza en todo el mundo en la que puedan confiar. 10No hay otra voz en todo el mundo que sea eco de la de Dios. 11Si sacrifi­cas la verdad, ellos se quedan en el infierno. 12Y si ellos se quedan en el infierno, tú no podrías sino quedarte allí con ellos.
7. No olvides que el sacrificio es total. 2No hay sacrificios a medias. 3No puedes renunciar parcialmente al Cielo. 4No puedes estar en el infierno sólo un poco. 5La Palabra de Dios no admite excepciones. 6Esto es lo que hace que sea santa y que esté más allá del mundo. 7Es su santidad la que señala hacia Dios. 8Es su santi­dad la que te pone a salvo. 9La niegas cada vez que, por la razón que sea, atacas a un hermano. 10Pues entonces es cuando te sepa­ras de Dios. 11Mas esa separación no es posible. 12Es una separa­ción que no puede ocurrir, 13una separación, no obstante, en la que sin duda creerás porque habrás dado lugar a una situación imposible. 14Y en esa situación, lo imposible parece ocurrir. 15Y parece ocurrir «a expensas» de la verdad.
8. Maestro de Dios, no te olvides de lo que realmente es el sacrifi­cio, y recuerda lo que cada decisión que tomas significa en fun­ción de su costo. 2Decide en favor de Dios, y todo se te dará sin costo alguno. 3Decide contra Él, y escoges lo qué no es nada, a costa de la conciencia de lo que es todo. 4¿Qué quieres enseñar? 5Recuerda solamente lo que quieres aprender, 6pues eso es lo único que debe importarte. 7La Expiación es para ti. 8Tu aprendi­zaje la reivindica y tu aprendizaje la provee. 9El mundo no te la ofrece, 10pero aprende este curso y será tuya. 11Dios te ofrece Su Palabra, pues tiene necesidad de maestros. 12¿Qué otra manera puede haber de salvar a Su Hijo?

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Capítulo 14

¿CÓMO ACABARÁ EL MUNDO?

1. ¿Puede realmente tener fin lo que no tiene principio? 2El mundo acabará en una ilusión, tal como comenzó. 3Su final, no obstante, será una ilusión de misericordia. 4La ilusión del perdón, completa, sin excluir a nadie, y de una ternura ilimitada, lo cubrirá, ocultando toda maldad, encubriendo todo pecado y aca­bando con la culpabilidad para siempre. 5Así acabará el mundo al que la culpabilidad dio lugar, ya que al no tener ningún propó­sito desaparecerá. 6El origen de las ilusiones es la creencia de que tienen un propósito; de que satisfacen alguna necesidad o de que conceden algún deseo. 7Si se perciben como desprovistas de pro­pósito, dejan de verse. 8Al reconocerse su inutilidad, desapare­cen. 9¿De qué otra manera sino terminan todas las ilusiones? 10Se llevaron ante la verdad y la verdad no las vio. 11Simplemente pasó por alto lo que no tenía sentido.
2. Mientras el perdón no sea completo, el mundo seguirá teniendo un propósito. 2Es el hogar donde nace el perdón, donde crece y donde se vuelve más fuerte y abarcador. 3Aquí se le alimenta, pues es aquí donde se le necesita. 4Un benévolo Salvador, nacido donde el pecado fue concebido y donde la culpabilidad parecía real. 5Éste es Su hogar porque aquí ciertamente se le necesita. 6Él trae Consigo el fin del mundo. 7Es a Su llamada a la que los maes­tros de Dios responden, dirigiéndose a Él en silencio para recibir Su Palabra. 8El mundo acabará cuando todas las cosas que hay en él hayan sido correctamente juzgadas mediante Su juicio. 9El mundo acabará con la bendición de la santidad sobre él. 10El mundo desaparecerá cuando ya no quede ni un solo pensamiento de pecado. 11No será destruido, ni atacado y ni siquiera sufrirá el más mínimo rasguño. 12Simplemente dejará de parecer que existe.
3. Ciertamente parece que esto se encuentra muy, pero que muy lejos en el futuro. 2″Cuando ya no quede ni un solo pensamiento de pecado» parece ser, en efecto, un objetivo a largo plazo. 3Pero el tiempo se detiene y sirve al objetivo de los maestros de Dios. 4En el instante en que cualquiera de ellos acepte la Expiación para sí mismo, no quedará ni un solo pensamiento de pecado. 5Perdonar un solo pecado no es más fácil que perdonarlos todos. 6La ilusión de que hay grados de dificultad es un obstáculo que el maestro de Dios tiene que aprender a pasar de largo y dejar atrás. 7Un pecado que un maestro de Dios perdone completamente, puede consumar la salvación. 8¿Puedes comprender esto? 9No; esto no tiene ningún sentido para los que están aquí. 10Sin embargo, es la lec­ción final con la que se restaura la unidad. 11Esto va en contra de la manera de pensar del mundo, pero recuerda que el Cielo tam­bién va en contra.
4. El mundo acabará cuando su sistema de pensamiento se haya invertido completamente. 2Hasta entonces, algunos fragmentos de su mentalidad darán todavía la impresión de tener sentido. 3La lección final -que trae consigo el fin del mundo- no puede ser captada por aquellos que aún no están preparados para aban­donar el mundo e ir más allá de su limitado alcance. 4¿Cuál es, entonces, la función del maestro de Dios con respecto a esta lec­ción final? 5Simplemente tiene que aprender cómo considerarla y estar dispuesto a encaminarse en esa dirección. 6Necesita confiar simplemente en que si Dios le dice que ésta es una lección que él puede aprender, es porque la puede aprender. 7No juzga si es difícil o fácil. 8Su Maestro se la señala, y él confía en que Él le enseñará cómo aprenderla.
5. El mundo acabará con alegría porque es un lugar triste. 2Cuando la alegría haya llegado, el propósito del mundo habrá terminado. 3El mundo acabará en paz porque es un campo de batalla. 4Cuando la paz haya llegado, ¿qué propósito podrá tener el mundo? 5El mundo acabará entre risas porque es un valle de lágrimas. 6¿Quién puede seguir llorando allí donde hay risa? 7Y sólo el completo perdón da lugar a todo esto para bendecir el mundo. 8El mundo partirá en bendiciones, pues no acabará como comenzó. 9Convertir el infierno en Cielo es la función de los maes­tros de Dios, porque lo que enseñan son lecciones que reflejan el Cielo. 10Siéntate ahora por un momento con verdadera humildad y date cuenta de que puedes hacer todo lo que Dios desea que hagas. 11No seas arrogante ni digas que no puedes aprender Su programa de estudios. 12Su Palabra afirma lo contrario. 13Su Voluntad se hará. 14No puede ser de otra manera. 15Y da gracias de que así sea.

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