Has de saber que nada hay más absurdo
que la obligación en las relaciones.
Pues la obligación indica
que la relación se mantiene sólo por un deber
y no porque ella sea fuente de alegría,
felicidad y crecimiento para sus partes.

LA REVELACIÓN

“El HOMBRE DESPIERTO”

El cuerpo del hombre que ha de vivir la revelación,
ha de cambiar tan sutilmente,
que sólo aquel cuyo momento ha llegado lo podrá notar.

Como se ha escrito:

“ Sólo aquel que ha sido llamado, acudirá al llamado.

Y sólo aquel cuya senda lo ha llevado al abismo…
 podrá vivir para cruzarlo ”.

Pues es la senda quien conduce al caminante
y es el caminante sólo el fruto de sus pasos.

Así pues, habrás de entender
que aquello que tu cuerpo comienza a aborrecer,
no has de forzarlo a aceptar,
pues esta repugnancia signo es de cambio
y como tal debe aceptarse.

Tal es así que pronto veras
que muchos antiguos hábitos
son de pronto desechados
y muchos antiguos gustos,
de pronto ya no son tales.

No temas
que nada de lo realmente necesario
para sustentar tu cuerpo será aborrecido,
sólo lo que ya no necesitas.

Quizás veras que pronto,
cosas que en su momento
fueron muy importantes para ti,
pierden importancia
y que hechos sencillos y diarios
cobran una inmensa importancia.

Esto significa
que finalmente estas accediendo
a la real jerarquía de importancias en tu vida
y que al fin te has liberado de cadenas materiales,
que para tu crecimiento son y serán sólo escollos.

No temas si de pronto algunas relaciones
se tornan difíciles o inestables.

Si ellas han de ser buenas y saludables para ti
luego del despertar,
ellas se mantendrán.

Pero si no es así,
has de preparar a los demás
y a ti mismo,
para aceptar
que el tiempo de las mismas ha pasado.

Pues el tiempo del hombre
genera circunstancias de hombre
y como tales
todas tienen un principio y un fin
y así ha de aceptarse.

Las simpatías y antipatías
durante los primeros veintiocho días
se harán muy difíciles de separar.

Tal ha de ser que un día
algo te conmueva hasta tus cimientos
y al día siguiente ya no tenga importancia alguna.

Esto las explicaré, como la expresión
de la real ponderación de las emociones
que se manifestarán intensamente,
para finalmente pasar a tu vida en paz.

Pues has de saber que la emoción
puede dar pie a lazos que no existen
y cortar lazos que han sido forjados en buen tiempo.

Esto es porque la emoción
es más una reacción orgánica
que un real sentimiento.

Éste es profundo
y nace de la real esencia de cada ser.

Mientras que la emoción
es como la débil luz de una candela,
que ahora brilla y ahora se apaga
sin dejar más rastro de su existencia
que una débil columna de humo,
que el viento se lleva.

El sentimiento,
por el contrario,
deja profunda huella indeleble
y recuerdo que queda en el alma del hombre.

Así cuando un ser crea un lazo
únicamente llamado por la emoción,
tiende a encadenarse en una relación
que bien pronto pierde vigencia
y se transforma en una obligación.

Y has de saber que nada hay más absurdo
que la obligación en las relaciones,
pues la obligación indica
que la relación se mantiene sólo por un deber
y no porque ella sea fuente de alegría,
felicidad y crecimiento para sus partes.

Una madre desarrolla un sentimiento de obligación
con respecto a su hijo,
pero este sentimiento es profundo,
real y fuente de alegría
tanto para ella como para su hijo.

Y en ningún momento detiene el crecimiento
la evolución de los dos.

Los logros y la sabiduría alcanzada por los dos
es fuente de felicidad y de crecimiento.

Si en algún momento dicho sentimiento,
tanto en ésta, como en cualquier otra relación,
limita el crecimiento, la evolución,
no genera alegría, felicidad
y sabiduría en alguna de las partes,
la misma entonces ha impuesto
la emoción de una de las partes
sobre el sentimiento de la otra
y por lo tanto no es correcta ni buena
y debe ser entendida a la luz del hogar interior
para sanarla y hacerla buena.

En ningún caso se debe permitir
que esta relación no buena,
se transforme en obligación
para ninguna de las partes.

Has de entender también que al producirse el cambio,
es posible quizás que de pronto,
un gran cúmulo de conocimientos
que no recordabas poseer,
se haga presente en tu ser.

Sentirás entonces una gran sorpresa
y quizás temor,
ante aquello que recuerdas y puedes entender.

Pero asúmelo con naturalidad,
pues nada ajeno a ti es.

Por el contrario,
es el cúmulo de las antiguas experiencias
que ante ti se manifiesta.

Entenderás por fin que eres y has sido,
uno con tu esencia
a lo largo de ilimitados espacios de tiempo,
en los cuales has acumulado
toda suerte de conocimientos y experiencias.

No temas esto que veras,
pues es temer a ti mismo
y no puedes temerte a ti,
porque tú eres una cálida expresión
del Amor del Padre
y nada que venga del Padre ha de ser dañino para ti.

Tu cuerpo comenzará a exigir cosas cada vez más puras
y te sorprenderá observar,
como comienzas a disfrutar de cosas
que en un pasado habrías desechado
por sencillas o poco costosas.

Puede ser que comiences a preferir
un vaso de agua fresca
a una costosa bebida,
o un trozo de pan casero
a un complicado plato.

Quizás las joyas o los perfumes
pierdan significado,
pero antes de apreciar profundamente
el valor de un costoso arreglo
o de una obra de arte,
te extasíes ante la perfección de una flor
por sencilla que sea,
o de un atardecer.

Esto no significa
que hayas perdido el gusto por el arte
o por las bellas obras del hombre.

¡ NO !

Esto sólo significa
que tu dualidad se manifiesta sin límites
y esto te permite ver
la belleza en todas sus manifestaciones.

Lo más importante es que durante este periodo,
no te obligues a mantener una conducta
cónsona con tu vida anterior.

Por el contrario…
déjate llevar por el cambio
y en lo posible disfruta de largos períodos de soledad
para que puedas comenzar a verte,
amarte,
perdonarte
y entenderte en tu totalidad.

Luego de esos veintiocho días,
volverás a tener pleno control de tus aptitudes
y actitudes,
pero definitivamente
no volverás a ser quien eras en el pasado.

Pues esto sería admitir
que deseas regresar a un estado menos evolucionado
y ningún ser admite esto como posibilidad,
pues has de saber que todo ser en el universo
tiene una evolución que cumplir.

Y contrario a todo aquello que hayas escuchado
o creído en su momento,
ningún ser puede volver a vivir
un estado menos evolucionado del actual.

Puede repetirlo
si esto fuera necesario para su evolución,
pero no retroceder en su nivel de evolución.

Has de saber también,
que cada ser tiene en su haber
el conocimiento de todo el linaje que le precede.

Es decir desde la planta de una sola célula,
hasta el árbol que ahora es,
por lo tanto la capacidad de entender
y comprender todo lo que le rodea
y que tiene el mismo o inferior nivel que él.

El hombre, junto con dos especies más,
son los seres más evolucionados de esta tierra
en su estado actual.

Y por lo tanto
dentro de cada uno se halla el conocimiento
de todo lo que le rodea,
desde el compuesto elemental,
pasando por el código
hasta su forma actual.

Esto en oportunidades
le ha hecho pensar que es
el “Rey de la Creación”.

Pero esto es sólo una emoción surgida del orgullo,
pero que al dar paso
al sentimiento de pertenencia a dicha creación,
genera en gran medida el estado inicial
de cambio hacia el hombre despierto,
que ahora comienza a manifestarse en toda la tierra.

Pues debes entender que éste, tu cambio,
es ahora cambio de muchos.

Y cuando todos los que hayan sido llamados,
acudan al cambio
y
“lo hayan hecho”,
entonces no sólo habrá evolucionado el ser humano
sino toda criatura viva que sobre la tierra mora.

Te ama tu hermana y madre

Miriam

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