Han de enseñar a sus hermanos,
“ que es el hombre cofre precioso ”
en el que se han depositado infinitos dones,
entre ellos la más brillante joya que es
“ La Palabra ”.

Los 11 umbrales de la evolución.
L A P A L A B R A

Queridos Hermanos:

La palabra que se confía a ti,
en su momento deberá ser explicada.

Sabes tan bien como yo,
que esta palabra nos fue dada
en el momento de la revelación
y que esta revelación sólo podrá ser relatada o entendida,
por aquellos en los que la dualidad ya manifiesta
les permita entender,
que aunque su esencia more en muy diversas identidades
y en muy diversas circunstancias,
ésta es siempre la misma.

Y aunque acepta en sí los cambios y las enseñanzas
que las diferentes identidades traen a ella,
no pierde en ningún momento su cualidad esencial,
así sea depositada en diferentes identidades a la vez.

Sabrás que sólo cambia la circunstancia,
el espacio en el que la identidad mora,
pero el tiempo de la esencia
es siempre uno desde su salida de la luz
y seguirá siendo uno hasta su retorno a la luz.

Es por eso,
que para el hombre despierto,
no existe un ayer, ni un mañana.

Puede entender y acceder a sus diferentes identidades
cuando así lo requiera con el fin de retomar la enseñanza.

Pero en ningún momento ha de pretender recrear
o revivir una identidad ya superada.

Pues una identidad sólo puede vivir
en las circunstancias en las que fue creada
y no en otras.

La palabra viajó por muy diferentes circunstancias
y fue entregada al germen del Hombre Nuevo
en el primer instante de la revelación original,
para que fuera transmitida y llevada al Hombre Nuevo
cuando la Esencia Universal así lo indicara.

Tiene el hombre dos caminos a seguir
y en el momento de enfrentar este cambio,
tomará él la decisión
que más seguridad ofrezca
a su cualidad de evolución
y a su deseo personal.

Así pues,
puede el hombre escoger
no enfrentar el cambio en carne y sangre,
abandonar la identidad
y volver al origen el tiempo necesario
para retomar su misión en otra circunstancia
o en las circunstancias que se generen en el planeta
después de iniciado el proceso del cambio.

El hombre puede en este caso
demorar el cumplimiento de su misión de vida,
si así sus legítimos sentimientos de Amor Universal
se lo indican,
ya que enfrentar quizás el sufrimiento
de aquellos no despiertos para el momento del cambio,
dolerá en su corazón
y le hará partir para regresar a ayudar
a aquellos que encaren el cambio,
después de que los sucesos hayan pasado.

También puede el hombre despierto
aceptar su misión de maestro
y compartir con sus hermanos el momento de cambio,
llevando el alivio y el consuelo
a todos aquellos que así lo requieran,
aún,
cuando no lo pidan.

Siempre habrán de cumplir
la misión de maestros por ustedes aceptada
y su retorno a la luz original se hará
cuando sientan que ya han cumplido.

Han de enseñar a sus hermanos,
“ que es el hombre cofre precioso ”
en el que se han depositado infinitos dones,
entre ellos la más brillante joya que es
“ La Palabra ”.

Y que no son ajenos a su semejanza,
aquellos en los que éstos se manifiestan
en forma de portentos o milagros,
pues cada hombre tiene estos dones en sí mismo
y es su papel de maestros
“ únicamente el enseñarles a utilizarlos
y a despertarlos dentro de sí mismos ”.

En un principio,
fue el hombre ser completo y despierto
en pleno uso de todas sus condiciones
y por eso no fue necesaria en esa fecha
la existencia de La Palabra.

Sólo cuando las circunstancias
y los miles de tiempos transcurridos,
entre este tiempo original
y el tiempo de vida de identidad,
hicieron obligado olvido de los dones originales,
cuando el hombre fue poco a poco
olvidando su origen y condiciones naturales…

muchos de ustedes,
mis amados hijos, hermanos,
aceptaron el olvido
para poder así enfrentar con sus hermanos más jóvenes,
la creación y evolución de un mundo.

El olvido se impuso entonces
como gesto de amor y sacrificio
y fue necesario para no crear diferencias
entre los seres originales y los nuevos seres.

Enfrentaron entonces las dificultades
sin mayores diferencias
que las primarias habilidades que traían consigo
y así ayudaron a sus nuevos hermanos
a crear y dar vida a un mundo nuevo,
muy diferente a sus mundos originales.

Fue su primer gran sacrificio
y también su primera demostración
de Amor Universal e Incondicional.

Sus corazones se hicieron uno
con los corazones de aquellos a quienes amaban
y sólo cuando retornaban a sus hogares interiores,
volvían a encontrar los antiguos recuerdos
cada vez más lejanos
y la manifestación de aquellos dones
de los cuales estaban investidos en un principio.

Y cuando así lo necesitaron hicieron uso de ellos,
los llamaron “ milagros ”
y maravillaron a los seres nuevos,
quienes convirtieron tales dones
en aspectos extraños a su naturaleza,
“ sin saber que estaban en ellos
con la misma fuerza que la vida que disfrutaban ”.

Con el olvido se impuso entonces la necesidad de La Palabra
y con La Palabra
la necesidad del maestro que la trajera de regreso
y la hiciera una
con la vida de todos y cada uno de los hombres.

La tierra tenía ya vida,
pero los hombres, olvidados ya de su origen,
habían creado una realidad de circunstancias
ajenas y no buenas
para el desarrollo de la humanidad de hermanos
que debía ser la imperante,
la aceptada por todos ustedes
como la justa para la nueva tierra.

Crearon leyes,
unos se hicieron jefes y otros servidores.

La injusticia imperó
y el respeto a las leyes naturales de respeto a la vida,
al don sagrado de la vida y a la igualdad,
fueron olvidados y convertidos en dones
a ser obtenidos después de la muerte,
haciendo para los hombres
más apetecible la muerte, a la vida.

Fue necesario entonces,
que aquellos que ya habían marchado
a seguir sus misiones en otras tierras,
regresaran con sus hermanos.

Uno de ellos debía preparar el camino
y los otros debían quitar los obstáculos,
para que la revelación se hiciera universal
y el cambio de aquellos seres nuevos
se diera en la forma más armoniosa y sencilla.

Pero he aquí,
que el hombre de aquella era no aceptó el cambio,
pues había desarrollado en sí
la conciencia de la pertenencia y de la posesión.

Había olvidado el respeto a sus hermanos
y el Amor Universal como condición única de vida.

Vinieron entonces los sanadores
y aceptaron en si mismos
el sacrificio de asumir en sus esencias
las semillas no buenas para sus hermanos,
para redimirlas por su amor
y crear así el inicio del mundo nuevo.

“ Que siguiendo las leyes de la evolución universal ”,
debía primero dar cabida a la vida verde,
luego a la vida no plenamente consciente
y luego a la vida pensante.

Para dar luego vida al ser
que transita su camino en plena Luz y conciencia,
es decir,
a la Tierra Nueva poblada por Hombres Despiertos.

Estas leyes de evolución universal
indican que los seres pensantes
a su vez deben pasar:

11 umbrales de evolución.

1 – Desde el hombre inicial,
poco separado del ser no plenamente consciente,
cuyos actos son dictados por los instintos primarios.

2 – Pasando al ser cuyos pasos
sólo son dictados por dos emociones:
El hambre y el miedo.

3 – Para luego pasar al ser que se agrupa
y cuyas necesidades son suplidas en conjunto.

4 – Que se hará luego ser que crea
y usa objetos que no son sólo suyos.

5 – Para luego pasar al ser que explica su entorno,
por interpretaciones de cada hecho natural
como consecuencia buena o mala de sus actos.

6 – Para después crear dioses a quienes venerar
y que son los dadores del bienestar o del castigo.

7 – Para luego comenzar a dejar constancia
de sus creencias y vidas de forma escrita o representada.

8 – Para ir después a crear hogares individuales,
cuyas identidades son escritas y explicadas
en medio de comunidades
donde conviven familias individuales.

9 – Para luego crear ciencias y conocimientos
que estudian con detenimiento cada fenómeno
y objeto que le rodea,
para hallar explicaciones reales
y sustentadas por comprobación,
que da paso al hombre
cuyo pensamiento admite
un nivel de complejidad cada vez mayor.

10 – Para así crear una tecnología,
cada vez más cercana
a su complejidad de pensamiento y acción.

Es este el hombre que comienza a tomar conciencia
de muchas facultades que se hallan dentro de su propio ser,
que no pueden ser explicadas por los métodos y objetos
que su tecnología altamente desarrollada le imponen.

Comienza a indagar y a hallar dentro de sí
dones preciosos para los que no halla explicación.

Trata de regresar a las divinidades
para así aceptar una explicación.

Pero a medida que indaga más profundamente dentro de su ser,
halla que su cercanía a lo que llama dioses es mayor
y teme al momento de vivir en plenitud.

Y desarrolla guerras
para tomar de los demás
algo que le lleve a la paz,
sin conseguirlo.

Ve su mundo cambiar
y trata de no ver
lo que sus sentidos sutiles comienzan a mostrarle.

Y prefiere repetir formulas viejas
antes que enunciar las nuevas.

Este hombre descubre en sí,
un conocimiento que no puede explicar
y se sume en la desesperación
de no poder hallar una respuesta.

Está llamado a enfrentar el cambio
que su evolución impone a su entorno.

11 – Y da paso finalmente al:

“ Hombre Despierto,
aquel cuya dualidad es manifiesta ”.

Ya entiende a su ser profundamente
y no busca tecnología para medir.

Comienza este hombre
con todo su conocimiento y sabiduría,
a dar salida a sus dones y tesoros iniciales
enriquecidos con los conocimientos de su tierra,
adquiridos a través de la tecnología y la sabiduría.

Comienza la reconstrucción de su entorno
y a la hora señalada
en plena luz y conciencia,
sale de su entorno cerrado
y lleva la vida donde es esperada.

Este hombre ya entiende
que antes que identidad amada,
fue esencia amada
y será dador de vida amada.

Ningunos límites circundan su existencia
y la necesidad de la guerra se apaga,
junto con las emociones.

Vive inmerso en sentimientos reales
y ama profundamente a sí mismo
y a los millares de seres que en él se reflejen.

Reconoce entonces sin dudas la existencia del Padre,
de su inmenso Amor
y decide cuando tornar a ÉL,
pues no es la muerte ya idea que exista en su mente.

Este hombre hace uso libre de los dones iniciales
y no amerita la palabra hablada
para hablar con sus hermanos,
ni necesita de la enfermedad para crecer.

Se torna maestro
y se prepara para cumplir su misión
en plena consciencia,
allí donde deba ser llamado.

Su evolución es continúa,
se detiene allí donde él decide
y regresa gozoso entonces a la Luz Original.

“ La Palabra ”
entonces mora en cada ser
y al ser dispersada por las bocas de todos los maestros,
se hace una con el aire y la vida
que luego de cumplida ya su función,
es olvidada y desaparece.

Esta palabra,
fue palabra de amor dada por aquellos seres
que con su esfuerzo y dedicación
prepararon la tierra para la nueva semilla.

Y es importante que en éste,
su proceso de evolución,
la recuerden y la hagan suya.

Recuerden que está escrito en ella:

“ No importa si cualquiera toma parte de La Palabra
y la convierte a sus palabras y la hace suya,
pues es ésta,
Palabra que morará en cada corazón
y por lo tanto será vivida en identidad individual “.

Y así germinará en cada ser,
en cada hogar interior
y en cada Luz de Esencia.

Pero guardaos de tomarla como es y decir:

Esta es palabra mía,
pues entonces estaréis corrompiendo la simiente,
y haréis daño a la tierra para ella preparada.

Los ama tiernamente

Su Madre y Hermana

Miriam

Los 11 umbrales de la evolución. L A P A L A B R A

La palabra que se confía a ti, en su momento deberá ser explicada.

Sabrás que sólo cambia la circunstancia, el espacio en el que la identidad mora, pero el tiempo de la esencia es siempre uno desde su salida de la luz y seguirá siendo uno hasta su retorno a la luz.

Es por eso, que para el hombre despierto, no existe un ayer, ni un mañana.

Pues una identidad sólo puede vivir en las circunstancias en las que fue creada y no en otras.

La palabra viajó por muy diferentes circunstancias y fue entregada al germen del Hombre Nuevo en el primer instante de la revelación original, para que fuera transmitida y llevada al Hombre Nuevo cuando la Esencia Universal así lo indicara.

Tiene el hombre dos caminos a seguir y en el momento de enfrentar este cambio, tomará él la decisión que más seguridad ofrezca a su cualidad de evolución y a su deseo personal.

Así pues, puede el hombre escoger no enfrentar el cambio en carne y sangre, abandonar la identidad y volver al origen el tiempo necesario para retomar su misión en otra circunstancia o en las circunstancias que se generen en el planeta después de iniciado el proceso del cambio.

También puede el hombre despierto aceptar su misión de maestro y compartir con sus hermanos el momento de cambio, llevando el alivio y el consuelo a todos aquellos que así lo requieran, aún, cuando no lo pidan.

Siempre habrán de cumplir la misión de maestros por ustedes aceptada y su retorno a la luz original se hará cuando sientan que ya han cumplido.

Han de enseñar a sus hermanos, “ que es el hombre cofre precioso ” en el que se han depositado infinitos dones, entre ellos la más brillante joya que es “ La Palabra ”.

Y que no son ajenos a su semejanza, aquellos en los que éstos se manifiestan en forma de portentos o milagros, pues cada hombre tiene estos dones en sí mismo y es su papel de maestros “ únicamente el enseñarles a utilizarlos y a despertarlos dentro de sí mismos ”.

Sólo cuando las circunstancias y los miles de tiempos transcurridos, entre este tiempo original y el tiempo de vida de identidad, hicieron obligado olvido de los dones originales, cuando el hombre fue poco a poco olvidando su origen y condiciones naturales…

muchos de ustedes, mis amados hijos, hermanos, aceptaron el olvido para poder así enfrentar con sus hermanos más jóvenes, la creación y evolución de un mundo.

El olvido se impuso entonces como gesto de amor y sacrificio y fue necesario para no crear diferencias entre los seres originales y los nuevos seres.

Enfrentaron entonces las dificultades sin mayores diferencias que las primarias habilidades que traían consigo y así ayudaron a sus nuevos hermanos a crear y dar vida a un mundo nuevo, muy diferente a sus mundos originales.

Fue su primer gran sacrificio y también su primera demostración de Amor Universal e Incondicional.

Sus corazones se hicieron uno con los corazones de aquellos a quienes amaban y sólo cuando retornaban a sus hogares interiores, volvían a encontrar los antiguos recuerdos cada vez más lejanos y la manifestación de aquellos dones de los cuales estaban investidos en un principio.

Y cuando así lo necesitaron hicieron uso de ellos, los llamaron “ milagros ” y maravillaron a los seres nuevos, quienes convirtieron tales dones en aspectos extraños a su naturaleza, “ sin saber que estaban en ellos con la misma fuerza que la vida que disfrutaban ”.

Con el olvido se impuso entonces la necesidad de La Palabra y con La Palabra la necesidad del maestro que la trajera de regreso y la hiciera una con la vida de todos y cada uno de los hombres.

La tierra tenía ya vida, pero los hombres, olvidados ya de su origen, habían creado una realidad de circunstancias ajenas y no buenas para el desarrollo de la humanidad de hermanos que debía ser la imperante, la aceptada por todos ustedes como la justa para la nueva tierra.

Crearon leyes, unos se hicieron jefes y otros servidores.

La injusticia imperó y el respeto a las leyes naturales de respeto a la vida, al don sagrado de la vida y a la igualdad, fueron olvidados y convertidos en dones a ser obtenidos después de la muerte, haciendo para los hombres más apetecible la muerte, a la vida.

Uno de ellos debía preparar el camino y los otros debían quitar los obstáculos, para que la revelación se hiciera universal y el cambio de aquellos seres nuevos se diera en la forma más armoniosa y sencilla.

Pero he aquí, que el hombre de aquella era no aceptó el cambio, pues había desarrollado en sí la conciencia de la pertenencia y de la posesión.

Había olvidado el respeto a sus hermanos y el Amor Universal como condición única de vida.

Vinieron entonces los sanadores y aceptaron en si mismos el sacrificio de asumir en sus esencias las semillas no buenas para sus hermanos, para redimirlas por su amor y crear así el inicio del mundo nuevo.

“ Que siguiendo las leyes de la evolución universal ”, debía primero dar cabida a la vida verde, luego a la vida no plenamente consciente y luego a la vida pensante.

Para dar luego vida al ser que transita su camino en plena Luz y conciencia, es decir, a la Tierra Nueva poblada por Hombres Despiertos.

Estas leyes de evolución universal indican que los seres pensantes a su vez deben pasar:

11 umbrales de evolución.

1 – Desde el hombre inicial, poco separado del ser no plenamente consciente, cuyos actos son dictados por los instintos primarios.

2 – Pasando al ser cuyos pasos sólo son dictados por dos emociones: El hambre y el miedo.

3 – Para luego pasar al ser que se agrupa y cuyas necesidades son suplidas en conjunto.

4 – Que se hará luego ser que crea y usa objetos que no son sólo suyos.

5 – Para luego pasar al ser que explica su entorno, por interpretaciones de cada hecho natural como consecuencia buena o mala de sus actos.

6 – Para después crear dioses a quienes venerar y que son los dadores del bienestar o del castigo.

7 – Para luego comenzar a dejar constancia de sus creencias y vidas de forma escrita o representada.

8 – Para ir después a crear hogares individuales, cuyas identidades son escritas y explicadas en medio de comunidades donde conviven familias individuales.

9 – Para luego crear ciencias y conocimientos que estudian con detenimiento cada fenómeno y objeto que le rodea, para hallar explicaciones reales y sustentadas por comprobación, que da paso al hombre cuyo pensamiento admite un nivel de complejidad cada vez mayor.

10 – Para así crear una tecnología, cada vez más cercana a su complejidad de pensamiento y acción.

Es este el hombre que comienza a tomar conciencia de muchas facultades que se hallan dentro de su propio ser, que no pueden ser explicadas por los métodos y objetos que su tecnología altamente desarrollada le imponen.

Comienza a indagar y a hallar dentro de sí dones preciosos para los que no halla explicación.

Trata de regresar a las divinidades para así aceptar una explicación.

Pero a medida que indaga más profundamente dentro de su ser, halla que su cercanía a lo que llama dioses es mayor y teme al momento de vivir en plenitud.

Y desarrolla guerras para tomar de los demás algo que le lleve a la paz, sin conseguirlo.

Ve su mundo cambiar y trata de no ver lo que sus sentidos sutiles comienzan a mostrarle.

Y prefiere repetir formulas viejas antes que enunciar las nuevas.

Este hombre descubre en sí, un conocimiento que no puede explicar y se sume en la desesperación de no poder hallar una respuesta.

Está llamado a enfrentar el cambio que su evolución impone a su entorno.