PRINCIPIOS DE UN CURSO DE MILAGROS

Principios de los Milagros

EL SIGNIFICADO DE LOS MILAGROS

«PRINCIPIO 1.- No hay grados de dificultad en los milagros. No hay ninguno que sea más «difícil» o más «grande» que otro. Todos son lo mismo. Todas las expresiones de amor son máximas.»

Esta es una de las afirmaciones más importantes de todo el Curso, es un principio que se nombra de varias formas
en los tres libros. Si entendiéramos su significado, de que «no hay grados de dificultad en los milagros,» se daría por
entendido el Curso, ya que este principio contiene la esencia del sistema de pensamiento en su totalidad. Que «no hay
grados de dificultad en los milagros» es decir que todos los problemas del mundo son lo mismo, los más complejos y los más
sencillos en apariencia. No existe diferencia entre ellos. Esto es comprensible cuando reconocemos que afuera no existe nada.
Que todo es una percepción, tanto el mundo físico o el mundo virtual, el mundo que vemos realmente es el mundo de la percepción,
basado en sistemas y en diferencias. Compartimos conceptos de grande y pequeño, grueso y delgado, bonito y feo, masculino y
femenino, noche y día, luz y oscuridad, problemas grandes y problemas pequeños, y así sucesivamente. Los pensamientos acerca
de los colores también se basan en eso: variadas ondas de luz. Y son partes inherentes del mundo de la separación del ego,
de que existen diferencias en este mundo.

«PRINCIPIO 2.Los milagros -de por sí- no importan. Lo único que importa es su Fuente, El Cual está más allá de toda posible evaluación.»

Es significativo que «Fuente» esté en mayúsculas, lo cual indica que la Fuente es Dios, y Dios está presente en nuestra mente,
en nuestra mente dividida, y es a través del Espíritu Santo que se interrelaciona con nosotros. Nos indica también que «los
milagros no importan», porque éstos son parte del mundo de la ilusión del que forma parte el ego.

Siendo el milagro una corrección, es entonces una corrección de un pensamiento ilusorio, lo cual indica que el milagro es parte de la ilusión. Y sólo se requiere en el mundo de la ilusión. No necesitamos el perdón en el Cielo ya que no se necesita un milagro en el Cielo. Se requiere el perdón o un milagro sólo en un lugar donde se genere el pecado, el sufrimiento, el sacrificio, la separación, etc.

Lo único importante es Dios o la creación de Dios, que es el espíritu, que es el Cristo en nosotros. En cambio, En este mundo
el milagro sí es de importancia, porque esa es la corrección que nos permite recordar Quiénes somos en realidad.

«PRINCIPIO 3.- Los milagros ocurren naturalmente como expresiones de amor. El verdadero milagro es el amor que los inspira. En este sentido todo lo que procede del amor es un milagro.»

En un amplio sentido, el verdadero milagro es el amor que lo inspira, esto indica que el milagro real es Dios o el Espíritu Santo y Jesús Quienes se expresan en nuestras mentes. El milagro no proviene de nosotros ese es el papel del Espíritu Santo.

Todo lo que debemos hacer es escoger el milagro en lugar del ego. Esto lo indica UCDM cuando nos dice «la pequeña dosis de buena
voluntad» (T-18.IV). Esto es lo único que se nos pide: «la pequeña dosis de buena voluntad» que nos permita iniciar a cuestionar nuestro juicio sobre del mundo, y como lo vemos. UCDM nos enseña que si tuviéramos una gran voluntad, de hecho no necesitaríamos al Espíritu Santo o al instante santo o este Curso.

«PRINCIPIO 4.- Todos los milagros significan vida, y Dios es el Dador de la vida. Su Voz te guiará muy concretamente. Se te dirá todo lo que necesites saber.»

Es otra forma de decir que los milagros proceden del amor. Reflejan el amor del Cielo y reflejan la vida del Cielo, y no tiene
que ver con lo que llamamos vida o sea la vida del cuerpo. La verdadera vida viene de Dios y es la vida del Espíritu Santo que es inmortal y eterno. El milagro es lo que nos lleva de regreso a Dios.

«PRINCIPIO 5.- Los milagros son hábitos, y deben ser involuntarios. No deben controlarse conscientemente. Los milagros seleccionados conscientemente pueden proceder de un falso asesoramiento.»

Esto significa que UCDM nos invita a apartarnos continuamente de nuestra forma de solucionar los problemas. Estamos constantemente atacando los problemas; los conceptualizamos y luego generamos respuestas para ellos. Lo cual nos mantiene ocupados en ellos.

UCDM nos adiestra en una forma completamente distinta de percibir los problemas y ayudarnos a que ésta se transforme en nuestras reacciones inmediatas.

«PRINCIPIO 6.- Los milagros son naturales. Cuando no ocurren, es que algo anda mal.»

UCDM nos enseña que lo más natural en este mundo es estar en paz y ser uno con Dios, ya que esa paz viene del Espíritu Santo. Todo lo contrario contra de esa naturalidad son los sentimientos de ira, el conflicto, la depresión, la pérdida, la culpa, la ansiedad, etc. No son naturales ya que no provienen de quiénes somos. En el mundo físico, los sentimientos de paz, de dicha, y de ser uno con toda la humanidad reflejan lo que somos en realidad y es por eso que son naturales.

«PRINCIPIO 7.- Todo el mundo tiene derecho a los milagros, pero antes es necesario una purificación».

«Purificación,» UCDM nos dice que no tiene nada que ver con el cuerpo. No se purifica el cuerpo ni lo despoja, ya que éste no es
impuro. Si el cuerpo es meramente una ilusión, como nos enseña UCDM, entonces no hay nada que hacer con él.

Lo que lleva al cuerpo a ser «pecaminoso, impuro o profano», son nuestros pensamientos, esto nos indica que son nuestros pensamientos los que hay que purificar, no el cuerpo.

«PRINCIPIO 8.- Los milagros curan porque suplen una falta; los obran aquellos que temporalmente tienen más para aquellos que temporalmente tienen menos.»

Esto nos indica que el milagro lo realiza alguien que está en su mente correcta, contrario a la persona que temporalmente tiene
menos porque está en su mente errónea. La palabra «temporalmente» es importante en este contexto. Una frase en el texto dice sobre cómo la sanación se efectúa cuando el sanador no tiene miedo (T-27.V.2:7-14) esto no indica que el sanador siempre esté libre de miedo; sólo en el momento en que elija sanar en vez de atacar.

«PRINCIPIO 9.- Los milagros son una especie de intercambio. Como toda expresión de amor, que en el auténtico sentido de la palabra es siempre milagrosa, dicho intercambio invierte las leyes físicas. Brindan más amor tanto al que da como al que recibe.»

El ego interpreta que cuando damos algo ya no lo tenemos. Dar, para el ego, es siempre cuantitativo. Una de las cosas que constantemente hacemos es echar la culpa a una tercera persona así nos liberamos de la culpa. En la proyección pensamos que si nos liberamos de un pensamiento, alguien más lo tiene y nosotros no.

El milagro corrige eso y nos enseña que lo que damos es también lo que recibimos ya que somos uno.
La realidad es que no podemos dar nada que exista aquí, porque aquí no hay nada, todo existe en nuestra mente. Por lo tanto, el dar es realmente reforzar ya que dar y recibir es lo mismo.

«PRINCIPIO 10.- Cuando se obran milagros con vistas a hacer de ellos un espectáculo para atraer creyentes, es que no se ha comprendido su propósito.»

La palabra «milagro» se usa en el sentido popular de  alguien que hace milagros o sea que otras personas hacen cosas para parecer que son buenas, o también que hay personas que tienen lo que llamamos habilidades psíquicas. Esto redunda en que algunos son superiores a los demás, o que tienen un don que otros no poseen, o que son más santos, más sabios, mejores, etc.

Esto pasa porque usamos nuestras habilidades o dones para servir a los propósitos del ego y no a los del Espíritu Santo, aquí es donde se manifiesta el Especialismo.

«PRINCIPIO 11.- La oración es el vehículo de los milagros. Es el medio de comunicación entre lo creado y el Creador. Por medio de la oración se recibe amor, y por medio de los milagros se expresa amor.»

Este principio aborda la idea de la oración. La única oración que tiene un significado es la del perdón porque «los que han sido
perdonados lo tienen todo» (T-3.V.6:3).

Cuando una persona le pide a Dios para que ocurra algo en el cuerpo, bien sea el suyo o el de otra persona, está haciendo real al cuerpo y al mundo, esto indica que esa persona está cayendo en la trampa del ego. Le está indicando a Dios lo que tiene que hacer. Está diciéndole a Dios: «Este es mi problema,» o «Quiero que Te encargues de esto y espero que lo hagas.» Ese es un buen ejemplo de la arrogancia del ego que usurpa el lugar de Dios.

«PRINCIPIO 12.- Los milagros son pensamientos. Los pensamientos pueden representar el nivel inferior o corporal de experiencia, o el nivel superior o espiritual de experiencia. Uno de ellos da lugar a lo físico, el otro crea lo espiritual.»

UCDM dice: «Los milagros son pensamientos,» esto indica que el milagro es un cambio del pensamiento del ego al pensamiento del Espíritu Santo. Los milagros son pensamientos porque todo es pensamiento. Nada existe fuera de nuestras mentes. El milagro  es el pensamiento que corrige o deshace el pensamiento de separación del ego.

«PRINCIPIO 13.- Los milagros son a la vez comienzos y finales, y así, alteran el orden temporal. Son siempre afirmaciones de renacimiento que parecen retroceder, pero que en realidad van hacia adelante. Cancelan el pasado en el presente, y así, liberan el futuro.»

UCDM nos enseña que cuando se inició la separación, en ese único instante, todo el tiempo, el mundo completo de la evolución, ocurrió simultáneamente (T-26.V.3). En ese sólo momento en que creímos que nos habíamos separado de Dios, surgió una enorme red.

Esta es la red que contiene el mundo entero de la evolución pasado, presente y futuro. Además nos enseña que en ese mismo instante en que pareció ocurrir la separación, Dios creó al Espíritu Santo, Quien deshizo la creencia que le dio origen a esta red.

Es como si el tiempo de la separación hubiese ocurrido instantáneamente, y se hubiese corregido por igual. Sin embargo, el problema es que nosotros seguimos creyendo que este mundo de tiempo y espacio donde vivimos, que es realmente un sueño, es la realidad.

Es por eso que UCDM habla del Espíritu Santo como una Voz. El es la Voz de Dios que se extiende en el sueño para que podamos despertar del sueño, y del mundo de la evolución que es parte de este sueño.

«PRINCIPIO 14.- Los milagros dan fe de la verdad. Son convincentes porque proceden de la convicción. Sin convicción degeneran en magia, que es insensata, y, por lo tanto, destructiva; o más bien, el uso no creativo de la mente.»

Las personas dicen cosas como, «dar testimonio de la verdad» o «reflejar la verdad,» y esto nos indica que la verdad no está en este
mundo, ya que el mundo no existe. Lo único que podemos hacer en este mundo es reflejar la verdad del Cielo. Esto se explica en la sección que se titula «El reflejo de la santidad (T-14.IX)». No somos santos en este mundo sino en el Cielo. Nuestra santidad es como Cristo.

En lo que sí podemos convertirnos en este mundo es en el reflejo de Su Santidad.

«PRINCIPIO 15.- Todos los días deberían consagrarse a los milagros. El propósito del tiempo es que aprendas a usarlo de forma constructiva. El tiempo es, por lo tanto, un recurso de enseñanza y un medio para alcanzar un fin. El tiempo cesará cuando ya no sea útil para facilitar
el aprendizaje.»

UCDM nos invita a mantenernos en alerta, a que pasemos cada hora del día, todos los días de nuestras vidas, en una contínua contemplación de todas las cosas tal como el Espíritu Santo nos pide que las contemplemos. Esto nos indica que continuamente veamos todo los acontecimientos de nuestras vidas como lecciones que Él quiere que aprendamos, cada cosa que nos ocurre es una oportunidad de aprendizaje.

Todas las situaciones que vivimos las podemos ver como una oportunidad de escoger entre el agravio del ego o el milagro del Espíritu Santo.

«PRINCIPIO 16.- Los milagros son recursos de enseñanza para demostrar que dar es tan bienaventurado como recibir. Aumentan la fortaleza del que da y simultáneamente le dan fortaleza al que recibe.»

Este es igual que el número 9. Muchos de los principios se repiten. El milagro es un instrumento de enseñanza y su propósito es
ayudarnos a entender que no estamos separados. El milagro nos enseña que «dar y recibir son lo mismo,» es el título de la Lección 108 del libro de ejercicios. Todos somos lo mismo: maestro y discípulo; terapeuta y paciente; el que sana y el que es sanado.

Hay que recordar que el error que el milagro va a corregir es el error de la creencia que estamos separados. El milagro, entonces, se convierte en el símbolo de nuestra unión.

«PRINCIPIO 17.- Los milagros trascienden el cuerpo. Son cambios súbitos al dominio de lo invisible, más allá del nivel corporal. Por eso es por lo que curan.»

Los milagros no se dan en el cuerpo. El cuerpo no es la raíz del problema por lo que al cambiar de pensamiento trascendemos las
leyes del cuerpo. Por ejemplo, personas que tienen serios problemas de cáncer, un día van al doctor y éste les dice: «No entiendo,
el cáncer ha desaparecido.» Hay muchos ejemplos de remisión espontánea.

A esto hace referencia el Ejercicio 76 /No me gobiernan otras leyes que las de Dios.- vers:5 :
«EI cuerpo se ve amenazado por la mente que se hace daño a sí misma. 3El cuerpo sufre sólo para que la mente no pueda darse cuenta de que es la víctima de sí misma. 4El sufrimiento corporal es una máscara de la que la mente se vale para ocultar lo que realmente sufre. 5No quiere entender que es su propia enemiga; que se ataca a sí misma y que quiere morir.»

«PRINCIPIO 18.- El milagro es un servicio. Es el máximo servicio que le puedes prestar a otro. Es una manera de amar al prójimo como a ti mismo, en la que reconoces simultáneamente tu propia valía y la de él.»

El milagro nos ayuda a reconocer y a recordar que somos uno y el mismo, y que nuestra valía es establecida por Dios. Tu valía es lo
mismo que la mía. Si una persona percibe que es más valiosa que otra, o menos valiosa que otra, se convierte en víctima o victimario, eso es un ataque, un ataque a la Filiación y, por ende, es un ataque al Creador de la Filiación.

UCDM nos enseña que todos somos lo mismo, esto nos ayuda a recordar lo que hemos olvidado y a escapar de la prisión de nuestra culpa.

«PRINCIPIO 19.- Los milagros hacen que las mentes sean una en Dios. Se basan en la cooperación porque la Filiación es la suma de todo lo que Dios creó. Los milagros reflejan, por lo tanto, las leyes de la eternidad, no las del tiempo.»

UCDM nos ayuda a restaurar en nuestras mentes la consciencia de nuestra unidad con Dios. Los milagros no nos hacen uno en Dios; los milagros nos recuerdan que somos uno en Dios. La forma de percibir del ego es que nosotros estamos separados. Si tengo la creencia que mi cuerpo está enfermo estoy haciendo mi cuerpo real, esto indica que estoy haciendo real el propósito del cuerpo. Esto es la separación. Si una persona se siente perturbada porque uno está enfermo, está haciendo lo mismo.

«PRINCIPIO 20.- Los milagros despiertan nuevamente la consciencia de que el espíritu, no el cuerpo, es el altar de la verdad. Este reconocimiento es lo que le confiere al milagro su poder curativo.»

La verdad y la santidad no se encuentran en el cuerpo, se encuentran en nuestras mentes. Una vez que nuestras mentes se sanen
totalmente recordaremos que la verdad está en nuestra Identidad como espíritu. El manual del texto en el capítulo 20 UCDM habla
acerca del templo del Espíritu Santo como una relación (T-20.VI.5:1). No se halla en el cuerpo; se halla en la relación. El Espíritu
Santo no puede estar en el cuerpo ya que no hay cuerpo. Dios no ubicaría al Espíritu Santo en un lugar que no existe y donde no
existe ningún problema. Los cuerpos no se enferman, ni se sanan. Sólo la mente puede estar enferma, y sólo la mente puede sanarse.

«PRINCIPIO 21.- Los milagros son expresiones naturales de perdón. Por medio de los milagros aceptas el perdón de Dios al  extendérselo a otros.»

El perdón es perdonar al hermano por lo que no ha hecho (T-17.III.1:5). Esto quiere decir de que no nos han hecho nada; todo nos lo hacemos a nosotros a través del otro. Aquí es donde el milagro cambia el odio y el ataque del ego al Amor del Espíritu Santo, el
cual se convierte en la extensión del Amor de Dios hacia nosotros, y luego hacia los demás a través de nosotros. Esto es lo que UCDM quiere decir con el perdón.

«PRINCIPIO 22.- Los milagros se asocian con el miedo debido únicamente a la creencia de que la oscuridad tiene la capacidad de ocultar. Crees que lo que no puedes ver con los ojos del cuerpo no existe. Esta creencia te lleva a negar la visión espiritual.»

Creemos que somos miserables personas pecaminosas. Creemos que  podemos protegernos del miedo defendiéndonos con todas las armas que usa el ego. Esto es lo que Freud llamó los mecanismos de defensa cómo la negación y la proyección.

Nosotros simulamos que esto no es lo que somos, donde primero habíamos simulado que esto es exactamente lo que somos. Luego intentamos esconderlo cubriéndolo con un manto de inconsciencia y proyectándolo hacia afuera. Entonces la persona no ve más que ese oscuro lugar de culpa está en ella; lo vemos en otros y los atacamos.

«PRINCIPIO 23.- Los milagros reorganizan la percepción y colocan todos los niveles en su debida perspectiva. Esto cura ya que toda enfermedad es el resultado de una confusión de niveles.»

Los niveles confundidos son los de la mente y del cuerpo. El ego torna el problema de la culpa en nuestras mentes, que es la
verdadera enfermedad, y se empeña en que no es la mente la que está enferma, que es el cuerpo el que está enfermo. Ubica el nivel
de la mente en el nivel del cuerpo.

El milagro ubica el problema adonde se inició, y confirma que no es el cuerpo el que está enfermo, es la mente la que está enferma. En eso es que consiste el milagro. Ubica el problema adonde radica.

«PRINCIPIO 24.- Los milagros te capacitan para curar a los enfermos y resucitar a los muertos porque tanto la enfermedad como la muerte son invenciones tuyas, y, por lo tanto, las puedes abolir. Tú mismo eres un milagro, capaz de crear a semejanza de tu Creador. Todo lo demás no es más que tu propia pesadilla y no existe. Sólo las creaciones de luz son reales.»

Una de las formas que dice la Biblia que usaba la gente, para saber que Jesús era el Mesías, era que él sanaba a los enfermos y
resucitaba a los muertos. Sin embargo la Biblia no enseña que nosotros mismos creamos la enfermedad y la muerte.

La mente fabricó todo en este mundo. UCDM resalta esto en el sentido global cósmico de hacer el universo físico. También se refiere a que nosotros hicimos el cuerpo y sus leyes, esto nos indica que hicimos la enfermedad e hicimos las leyes de la muerte.

Ya que las hicimos, podemos cambiarlas. El Espíritu Santo no sana el cuerpo porque El no lo enfermó. El Espíritu Santo se encarga de sanar la culpa en nuestras mentes que enfermó al cuerpo al darnos la inspiración para modificar el pensamiento acerca de la culpa que tenemos.

Esta es una cosa importante que tenemos que recordar, de forma que no caer en la trampa de solicitar ayuda al Espíritu Santo para algo en el mundo físico. Esto sólo hace real al mundo.

«PRINCIPIO 25.- Los milagros son parte de una cadena eslabonada de perdón que, una vez completa, es la Expiación. La Expiación opera todo el tiempo y en todas las dimensiones del tiempo.»

La expresión «Expiación» es un sinónimo de la palabra «corrección,» UCDM lo utiliza para referirse al plan que surgió con el Espíritu Santo para deshacer el error de la creencia de que estamos separados.

El Espíritu Santo está puesto en nuestras mentes por Dios, y nos reúne con el Padre Celestial del que creímos estar separados. El Espíritu Santo es la conexión entre nosotros y Dios, esto deshace la separación, al error ser corregido.

De modo que el Espíritu Santo es sin lugar a dudas la expresión del principio de Expiación, el cual es que la vivencia de separarnos de Dios jamás ocurrió en la realidad.

La palabra «Expiación» es el vocablo de UCDM para el plan de despertar al Hijo de Dios de su sueño en el que se sintió separado y abandonado por Dios.

«PRINCIPIO 26.- Los milagros representan tu liberación del miedo. «Expiar» significa «des-hacer.» Deshacer el miedo es un aspecto esencial del poder expiatorio de los milagros.»

El ver con los ojos del ego es igual que el ver con los ojos del miedo. De hecho no agrediríamos a nadie si le tuviésemos miedo. Si
nos entregamos al Espíritu Santo en vez de entregarnos al ego, nos entregamos al amor en vez de al miedo.

«Expiar» es «deshacer,» esta expresión es otra palabra para corrección. De manera que cuando expiamos nuestro pecado, deshacemos la creencia en el mismo.

No lo hacemos real por lo tanto lo deshacemos. En el libro de texto de UCDM Hay dos secciones, La irrealidad del pecado (T-19.III) y El pecado en contraposición al error (T-19.II), donde se explica como nosotros negamos la realidad del pecado al interpretarlo como un error.
Nos dice UCDM: Los pecados se castigan, los errores se corrigen.

«PRINCIPIO 27.- Un milagro es una bendición universal de Dios a todos mis hermanos por mediación mía. Perdonar es el privilegio de los perdonados.»

Esta es la primera vez que la figura de Jesús aparece en el Curso. El milagro se origina en Dios y se manifiesta mediante Jesús. Jesús al ser la manifestación del Espíritu Santo, lleva el Amor de Dios a otras personas por medio de nosotros, retirando el abismo entre nosotros y Dios. Esta es la función del milagro. En la medida que perdonamos, somos perdonados, lo cual nos indica que aceptamos el Amor de Dios.
Tenemos que tomar en cuenta que los milagros los hace Jesús, no nosotros. Nuestro desempeño es sólo limpiar nuestras mentes de todo aquello que bloquee de modo que él pueda extender su amor a través de nosotros.

«PRINCIPIO 28.- Los milagros son una manera de ganar liberación del miedo. La revelación produce un estado en el que el miedo ya ha sido abolido. Los milagros son, por lo tanto, un medio, y la revelación, un fin.»

Esta es una forma de liberarse del miedo. Nos da una diferencia entre la revelación y el milagro. Cuando recibimos una revelación, no hay ningún miedo en nosotros. Experimentamos un cambio total, y nos entregamos totalmente a Dios. Esto no es duradero. Si lo fuera, no estaríamos aquí. Las revelaciones son temporales volviendo a los asuntos del ego que estén pendientes.

«PRINCIPIO 29.- Los milagros alaban a Dios a través de ti. Lo alaban al honrar a Sus creaciones, afirmando así la perfección de las mismas. Curan porque niegan la identificación con el cuerpo y afirman la identificación con el espíritu.»

El amor especial se diferencia del amor verdadero porque se trata de un fenómeno exclusivo. Siempre excluye a ciertas personas. El Amor de Dios es global; Dios no hace excepciones. Nos dice la Biblia, Dios no tiene favoritos.

Los milagros inducen el Amor de Dios al unir a todas las personas en nuestra mente. «Lo alaban al honrar a Sus creaciones, afirmando así la perfección de las mismas.»

El Espíritu Santo ve mas allá del error y nos permite percibir la verdad, ve más allá de la oscuridad del ego hacia la luz de Cristo que brilla en esa persona.

«PRINCIPIO 30.- Dado que los milagros reconocen el espíritu, ajustan los niveles de percepción y los muestran en su debido lugar. Esto sitúa al espíritu en el centro, desde donde puede comunicarse directamente.»

Este principio es igual que el 23. El milagro nos enseña que el problema no está en el cuerpo, está en la mente. Es el sentimiento de la culpa, y nuestra culpa es un bloqueo del amor que somos. Esto nos enseña que el centro de nuestro ser no es el ego.

UCDM nos enseña que el percibir es una interpretación, no una realidad (T.11.IV.2:5-6; T-21.V.1:7). Vemos sólo lo que queremos ver o lo que necesitamos ver. No podemos cambiar al mundo, pero podemos cambiar la forma de verlo. Cambiamos la culpa de nuestros egos, que hemos hecho real, por la realidad de nuestra Identidad como espíritu, cosa que nos recuerda el Espíritu Santo todo el tiempo.

«PRINCIPIO 31.- Los milagros deben inspirar gratitud, no reverencia. Debes dar gracias a Dios por lo que realmente eres. Los Hijos de Dios son santos, y los milagros honran su santidad, que ellos pueden ocultar, mas nunca perder.»

El ego nos enseña que como somos pecadores y que la santidad de Cristo la hemos perdido. El pecado no ha cambiado la realidad del Cielo, nos ha cambiado la realidad de nuestra relación con Dios; nos ha llevado a pensar que somos  miserables pecadores lo cual nos hace ver a Dios como un ser temible y vengador.
Esto se ha convertido en nuestra realidad, siendo sólo un sueño donde nuestra santidad ha sido cubierta con un velo de oscuridad. Y creemos que el sueño es real y que la realidad es el sueño.

Al ser hijos de Dios esa santidad es imposible que la perdamos. El milagro nos enseña que ese velo sólo es un bloqueo contra nuestra santidad.

«PRINCIPIO 32.- Yo inspiro todos los milagros, que en realidad son intercesiones. Interceden en favor de tu santidad y santifican tus percepciones.
Al ubicarte más allá de las leyes físicas te elevan a la esfera del orden celestial. En ese orden tú eres perfecto.»

Cuando escogemos un milagro significa que elegimos escuchar la Voz de Dios en vez de la del ego y nuestras percepciones se vuelven santas. Otra
forma para la percepción santa que usa UCDM es «percepción verdadera,» lo cual es la «visión de Cristo.» Es la forma en que percibimos que no existe culpabilidad en nosotros. Vemos a través de los ojos del Espíritu Santo cuando no percibimos a nadie separado de nosotros.

Esto ocurre aun en este mundo de la percepción. Lo cual no quiere decir que negamos el cuerpo de alguna persona, sino que negamos que es el cuerpo quien lo ha separado. Por lo cual negamos todas las percepciones y pensamientos que nos inducen a la separación del ego.

Al ubicarnos más allá de las leyes físicas nos elevamos al nivel del orden celestial. En ese orden somos perfectos.

«PRINCIPIO 33.- Los milagros te honran porque eres digno de ser amado. Desvanecen las ilusiones que albergas acerca de ti mismo y perciben la luz en ti. De esta forma, al liberarte de tus pesadillas, expían tus errores. Al liberar a tu mente de la prisión de tus ilusiones te restauran la cordura.»

Los milagros nos quitan todas las ilusiones sobre estar separados, de ser cuerpos, sobre cómo las demás personas son cuerpos, y de que somos víctimas de nosotros mismos o de los demás.

Aprendemos que todos somos lo mismo, que todos estamos unidos en el mundo del ego, y que juntos abandonaremos este mundo. En otro capítulo UCDM nos dice «juntos alzaréis la mirada con fe o no la alzaréis en absoluto» (T-19.IV-D.12:8).

Esto quiere decir que nadie abandonó el Cielo solo, y nadie regresa al Cielo solo.

* «De esta manera al liberarte de tus pesadillas, expían tus errores.»
Aquí vemos que los milagros corrigen nuestros errores o deshacen nuestros errores al enseñarnos que hay otro sueño más allá de la pesadilla corrigiendo nuestras percepciones erróneas convirtiendo éste en nuestro sueño feliz.

Al ser liberadas nuestras mentes de la prisión de las ilusiones nos es restaurada nuestra cordura.

«PRINCIPIO 34.- Los milagros le devuelven a la mente su plenitud. Al expiar su sensación de carencia establecen perfecta protección. La fortaleza del espíritu no da cabida a intromisiones.»

UCDM nos enseña que los milagros nos devuelven a la mente la consciencia de plenitud o la abundancia de Dios que nunca se ha marchado.

El milagro nos quita el velo que el ego había elaborado para no dejarnos ver la abundancia de Quiénes somos realmente. Al expiar o corregir el pecado (el error) los milagros nos dan  protección.

El ego nos enseña que carecemos de alguna cosas o cosas indicándonos que somos vulnerables. Lo cual nos lleva a que tener que protegernos.

El milagro nos revela que no existe la escasez en nosotros, y por lo cual no requerimos protección. La protección
del espíritu es sólo la consciencia de la invulnerabilidad del espíritu. Un hijo de Dios nunca podrá ser dañado.

«PRINCIPIO 35.- Los milagros son expresiones de amor, pero puede que no siempre tengan efectos observables.»

Una de las trampas en las cuales caemos, es que queremos resultados inmediatos. Si no sucede aquello que pido me indicaría que no soy un buen sanador. Lo que ha sucedido es que caímos en la misma trampa de hacer real el cuerpo.

«PRINCIPIO 36.- Los milagros son ejemplos de recto pensar que armonizan tus percepciones con la verdad tal como Dios la creó.»

UCDM nos muestra en uno de sus capítulos «mentalidad recta» (T-2.V.3:1), o sea pensar con el Espíritu Santo y no con el ego. La verdad de Dios es que todos somos Uno. sólo comprendemos la unidad al trascender todos los bloqueos de separación del ego: pensamientos de ira, ofensa, sacrificio,etc.

Debemos comprender que la percepción no es la verdad sino nuestra propia interpretación de las cosas y nunca entra en un conflicto real con la verdad pues esta no tiene opuestos.

«PRINCIPIO 37.- Un milagro es una corrección que yo introduzco en el pensamiento falso. Actúa como un catalizador, disolviendo la percepción errónea y reorganizándola debidamente. Esto te coloca bajo el principio de la Expiación, donde la percepción sana. Hasta que esto no ocurra no podrás conocer el Orden Divino.»

Percepción errónea es percibir fuera de nosotros un problema en el mundo. El milagro reinterpreta la percepción y la devuelve donde realmente está el problema, dentro de nosotros en nuestras mentes.

Jesús es el que hace de mediador del milagro, lo que tenemos que hacer es permitir el milagro o sea la corrección y seguir su dirección.

Esta es la percepción verdadera, tomando las percepciones erradas que nosotros hemos hecho reales como la enfermedad, el conflicto, la guerra, etc, pedimos verlo todo del otra manera, todo el mundo, incluyéndonos a nosotros mismos.

Obtener la visión de Cristo debe ser nuestra meta y debemos pedirla pues nuestros sentidos nos engañan constantemente.
Escogemos entonces el principio de la Expiación, que nos enseña  que la separación y la culpa no son reales.

«PRINCIPIO 38.- El Espíritu Santo es el mecanismo de los milagros. El reconoce las creaciones de Dios así como tus ilusiones. Separa lo verdadero de lo falso mediante Su capacidad para percibir totalmente en vez de selectivamente.»

Este principio nos enseña que el Espíritu Santo cumple dos funciones siendo parte de la Santísima Trinidad tiene una función simbólica» (T-5.I.4:1).
Lo cual nos indica que tiene el atributo de manejarse en un mundo de símbolos.

El reinterpreta lo que hemos fabricado o construido y le da un nuevo sentido a través del milagro o corrección  enseñándonos un nuevo propósito en nuestras mentes .

«PRINCIPIO 39.- El milagro elimina el error porque el Espíritu Santo lo identifica como falso o irreal. Esto es lo mismo que decir que al percibirse la luz la oscuridad desaparece automáticamente.»

Una vez que algunos de nosotros perciba y reconozca la verdad de quién es, los errores o la oscuridad del ego se disiparán porque todo lo que lo mantiene en su lugar son sus pensamientos erróneos sobre ellos.

No existe nada externo a uno que sea real. Son únicamente nuestros pensamientos los que hacen que las cosas del mundo sean reales en nuestras mentes, y hechas reales, el ego se vuelve real en nuestra mente. Y entonces no podemos pasarlo por alto. UCDM nos dice: «no puedes perdonar un pecado una vez lo has hecho real (T-30.VI.1-3)«.

«PRINCIPIO 40.- El milagro reconoce que todo el mundo es tu hermano así como mi hermano también. Es una manera de percibir la marca universal de Dios.»

Podemos creer que estamos separados por nuestros cuerpos o por las cosas terribles que creemos que hace la gente, el milagro nos induce a a la experiencia de la Unidad, y es lo que Jesús nos recuerda constantemente que todos somos Uno con Él.

«PRINCIPIO 41.- El contenido perceptual de los milagros es la integridad. De ahí que puedan corregir o redimir la errada percepción de carencia.»

El principio que maneja el ego es el principio de escasez ya que creémos que nos hemos separado de Dios.

Este es el origen de la culpa: la creencia de que hay una carencia convirtiendo al ego y al cuerpo en reales. El milagro viene a enseñarnos que la integridad es nuestra verdadera Identidad.
Integridad puede asociarse con abundancia.

Abundancia no indica necesariamente que sea algo material, asociación que hacemos frecuentemente con lo que  llamamos Prosperidad. En la Prosperidad creemos que la abundancia del espíritu puede incluir lo material: si pensamos abundancia,
recibiremos abundancia.

Nuestros pensamientos influyen en este mundo físico, fué de esta forma que se hizo el mundo en sus inicios; pero eso no lo
convierte en un principio espiritual. UCDM nos dice que ese es el error aquí. Nuestras mentes sí afectan al mundo, pero esto sólo es una aseveración sobre el poder de la mente.

Es un fenómeno psíquico, no espiritual. Lo que lo hace espiritual es entregarle ese poder al Espíritu Santo. Sin Su ayuda
y orientación sólo continuaríamos escogiendo de acuerdo con las necesidades de nuestro ego, apegándonos más aún en este mundo de ilusión.
Tenemos que comprender que el milagro no nos da cosas materiales. El milagro sólo deshace los obstáculos en que se basaron nuestras creencias de la escasez  lo cual refuerza el principio de carencia del ego.

Esto nos devuelve al estado de ser Uno con Dios, poseedores de todo lo que Dios nos otorgó en la creación: dicha, unidad, libertad, felicidad.

«PRINCIPIO 42.- Uno de los mayores beneficios que se deriva de los milagros es su poder para liberarte de tu falso sentido de aislamiento, privación y carencia.»

Podemos tener la creencia de sentirnos separados de Dios, de la Inteligencia Universal, y podemos sentirnos aislados los unos de los otros.

Al sentir que estamos separados, proyectamos la culpa de cualquier acontecimiento a los demás y creemos que son ellos los que nos privan de algo.

Esto es el origen de la carencia; privación es la creencia de que  alguien se apropia de algo que yo quiero, o necesito, o quiero ser.

Esta creencia niega el hecho de que soy yo mismo quien se privó de ello.

La escasez o carencia tiene que llevar a la privación ya que la culpa o sea la carencia siempre se proyecta siendo una ley fundamental de la mente.

Yo soy inocente, el otro es el culpable. UCDM nos dice, «El secreto de la salvación no es sino éste: que eres tú el que se está haciendo todo esto a sí mismo» (T-27.VIII.10:1).

«PRINCIPIO 43.- Los milagros surgen de un estado mental milagroso, o de un estado de estar listo para ellos.»

UCDM en el capítulo «mentalidad recta» (T-2.V.3:1) nos enseña que cambiemos nuestro pensamiento del ego, la mente errada, a la forma de pensar del Espíritu Santo o sea la mente recta.

Esto es lo que hace el milagro, cambiamos la forma de percibir del ego, ataque, separación, etc,  y escogemos la del Espíritu Santo, perdón y unidad, y ver cada situación de nuestra vida como oportunidades para aprender que estamos perdonados.

«PRINCIPIO 44.- Los milagros son expresiones de una consciencia interna de Cristo y de haber aceptado Su Expiación.»

Hemos aprendido que el milagro nos une con alguien de quien creemos nos hemos separado. Lo que nos revela que somos uno en Cristo, corrigiendo el error de la creencia de que estamos separados.

La aceptación de la Expiación de Cristo es la aceptación de este principio de ser Uno con Él, con lo que corroboramos la idea de que el milagro es la expresión de Cristo, no la consciencia en sí.

Lo cual nos indica que el milagro es un reflejo de la verdad, no la verdad en sí misma, todo esto tiene sentido sólo en el mundo de la ilusión.

«PRINCIPIO 45.- Un milagro nunca se pierde. Puede afectar a mucha gente que ni siquiera conoces, y producir cambios inimaginables en situaciones de las que ni siquiera eres consciente.»

La ley del holograma nos dice que la parte está en el todo y el todo está en la parte, de acuerdo a este modelo donde todos estamos unidos, y todas las dimensiones de tiempo y espacio están presentes en una parte; aprendemos que nunca podremos juzgar el poder de desprendernos de nuestras creencias en la separación.

«Cuando me curo no soy el único que se cura» (L-pI.137), como lo explica UCDM, esto puede afectar, tanto a las personas vivas como a las que han partido de este mundo físico. Como el tiempo no va en forma lineal y todos estamos unidos, el espacio tiempo se conjuga en la Unidad.

«PRINCIPIO 46.- El Espíritu Santo es el medio de comunicación más elevado. Los milagros no entrañan ese tipo de comunicación, debido a que son medios temporales de comunicación. Cuando retornes a la forma original de comunicación con Dios, por revelación directa, los milagros dejarán de ser necesarios.»

El Espíritu Santo se manifiesta a nosotros desde Dios. El es esa conexión o mediador entre el Cielo y el infierno, o la realidad y el sueño.
Esta es una diferencia entre el milagro y la revelación. Cuando terminemos nuestra misión en el plano físico, hayamos recorrido nuestro camino, y perdonemos todo lo que haya que perdonar, en ese momento no necesitaremos al Espíritu Santo como la conexión que nos una con Dios porque ya no habrá ninguna mente separada que requiera unirse con Dios, estaremos en la consciencia perfecta con Dios.

El objetivo del milagro no es Dios sino el cambio de percepción de que nunca hemos estado separados de Dios, esa es la función del Espíritu Santo.

El milagro tiene sentido sólo en el mundo físico que es donde se vive la ilusión de la separación.

«PRINCIPIO 47.- El milagro es un recurso de aprendizaje que reduce la necesidad del tiempo. Establece un intervalo temporal fuera de lo normal que no está sujeto a las leyes usuales del tiempo. En ese sentido es intemporal.»

El milagro va más allá del mundo y del tiempo, cuando ejercitamos el perdón nos eleva y luego nos devuelve en el tiempo físico. «Establece un intervalo temporal fuera de lo normal.» UCDM nos dice que nos ayudará a ahorrar tiempo y lo hace aboliendo ese intervalo de tiempo, cuando tomamos conciencia que la separación es sólo una ilusión, el tiempo es sí desaparece ya que es a través de la toma de conciencia que esto se logra.
Obtenemos la paz espiritual que tanto anhelamos.

Sin embargo también es posible que experimentemos en este proceso sentimientos de culpa, ira, resentimientos, ansiedad, seremos más conscientes de nuestras creencias y condicionamientos, también nuestros juicios.

Debemos recordar que fuimos llamados a perdonar lo que nunca sucedió y solo existe en nuestra mente dividida o sea nuestros pensamientos erróneos acerca de lo que es la realidad.

En este sentido nos convertímos en salvadores del mundo corrigiendo nuestra antigua manera de pensar, y en la medida en que permitimos que estos sentimientos a afloren en nuestra conciencia y no los juzguemos los trascenderemos y de esta manera libraremos a nuestros descendientes de está información ya que está se transmite de padres a hijos.

«PRINCIPIO 48.- El milagro es el único recurso que tienes a tu inmediata disposición para controlar el tiempo. Sólo la revelación lo trasciende al no tener absolutamente nada que ver con el tiempo.»

La revelación nos une directamente con Dios, el milagro, a través del deshacer de las creencias en la separación que radican en nuestra mente, nos une los unos con los otros.

La revelación no es una corrección, eso es el milagro, pero nos ayuda a recordar que éste no es el mundo real.

La experiencia reveladora refuerza aquello que es verdadero, y así, sirve como un poderoso recordatorio cuando sentimos la tentación de creer en la realidad de lo que es falso.

«PRINCIPIO 49.- El milagro no distingue entre diferentes grados de percepción errónea. Es un recurso para sanar la percepción que es eficaz independientemente del grado o dirección del error. En eso radica su verdadera imparcialidad.»

Cuando UCDM nos dice: «no hay grados de dificultad en los milagros.» Está hablando de que el milagro corrige el error, no importando lo que parezca ser, podría ser una expresión amorosa, o una expresión abominable, no importa lo que parezca ya que los errores son todos iguales.

No es el cuerpo lo que se sana con el milagro, sino nuestras percepciones de los demás, en especial nuestra percepción equivocada de que otras personas nos convierten en sus víctimas, ya que en realidad son nuestros hermanos y hermanas.

Si los tildamos de victimarios, es sólo porque primero nos hemos tildado a nosotros mismos de victimar a otros.

«PRINCIPIO 50.- El milagro compara lo que tú has hecho con la creación, aceptando como cierto lo que concuerda con ella, y rechazando como falso lo que no.»

Esta es la diferencia entre «fabricación» y «creación» , el milagro compara lo que hemos elaborado o sea el mundo con la creación.

Esto es muy parecido a lo que se indica en el Principio 38. Hay algunas cosas que hacemos en este mundo que están en armonía con la creación, como unirnos con la gente.
Esto no es creación pero concuerda con ella porque sigue el principio de unidad y de unión, cualquier cosa que hagamos que nos una con los demás desde el Espíritu Santo es la verdad.

No es la verdad en el Nivel del Cielo, pero sí es la verdad porque representa la verdad del Cielo, si no armoniza con ese principio de unidad, indica que nos estamos separando de los demás, por ende es falsa.

Este es un modo de reconocer o de ver la diferencia entre los dos niveles expuestos.

Efraín A